domingo, 18 de enero de 2009

VIAJES. Escocia III: Aberdeen, la ciudad de granito.








A Aberdeen llegamos pensando en encontrar la destilería de Chivas, pero no la encontramos. Entonces fué cuando nos enteramos de que Chivas debe de ser una marca de Güisqui que únicamente se comercializa fuera de Escocia, igual que otras más, y allí ni la conocen. Cuando menos resulta curioso.

El caso es que nos encontramos con un tráfico terrible. La entrada a la ciudad es una recta interminable entre casas grises...y es que Aberdeen es toda gris; no en vano se la conoce como la ciudad de granito. Parecía que iba a ser un día tirado a la basura y que aquella ciudad no merecería una visita. Todo cambió cuando después aparcar, nos pusimos a fijarnos la belleza de lo que veiamos a través el blanco y negro de nuestras cámaras. Es la ciudad ideal para ello, todo cambia después de contemplarla así...A pesar de que las calles estaban llenas a más no poder de coches, encontramos aparcamiento con relativa facilidad. En las calles peatonales del centro dando un par de vueltas enseguida logramos puesto. Había un mercadillo de comidas internacionales y como veníamos con hambre nos paramos en un puesto Alemán a comernos una salchicha.

Una vez habíamos saciado nuestros estómagos nos dimos un paseo. Y allí, al lado del mercadito, nos encontramos con Sir William Wallas, personaje histórico para los bravos escoceses; el defensor de la independencia de Escocia frente a la corona inglesa. Un símbolo.

Lo dicho, Aberdeen es una ciudad que se deja hacer fotos en blanco y negro con sumo gusto. Está hecha para ello. Mirando a través del objetivo parece que el tiempo no hubiera pasado y nos encontraramos en la próspera Escocia del tiempo de la revolución industrial, cuando colaboraron decisivamente al desarrollo industrial del viejo continente. Aquí nació, por ejemplo, la máquina de vapor y si hubo un país donde el ferrocarril inundase todo de progreso ese era Escocia.

La universidad muestra la importancia de la ciudad; una universidad fundada en el siglo XV.No en todos los sitios pueden decir eso. Además arqitectónicamente en bellísima; cada uno de sus campus, que se van extendiendo y apareciendo por la ciudad.

En Aberdeen las actividades económicas tradicionales han dejado paso al comercio con el petróleo que se extrae en el mar del Norte. Es la capital europea del petróleo.

El paseo acabó cerca del "mercat cross" y de allí fuimos por George Street a hacer alguna que otra compra pero nos quedamos con las ganas de la destilería de Whisky. Una pena, pero si en algún sitio hay destilerias es en Escocia así que ya tendríamos más tiempo.

Volviendo hacía Edimburgo, el atardecer, por la costa, cerca de los míticos campos de Golf escoceses como St. Andrews pudimos disfrutar de otro de esos paisajes bucólicos que enamoran...






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