martes, 24 de noviembre de 2009

MENDIAN GORA. Aquitaine; cool, clean & quiet. - Les landes- BAT







Aquitania, cool, clean and quiet. Así rezaba la camiseta que llevé a la comunión de mi hermana. Me encantaba esa camiseta aunque recuerdo que no sabía situar demasiado bien en el mapa esta zona.

Ahora sé que Aquitania es mucho más que viñedos, maíz y playas. Eso es, al final, lo que imagina todo el mundo cuando cierra los ojos y piensa en estas tierras del Sud-oest francés. Yo por aquel entonces ni siquiera conocía tantos datos. Eso sí, siempre me llamó la atención el: Cool, clean and quiet.

Cathy, landesa en Santander, siempre nos recuerda el Sud-oest. Ella dice que en Francia les toman como "los tontos de la película, los campesinos". Yo creo que exagera un poco y que realmente no nos dice también que nos encontramos en una tierra pura donde todo Francés se imagina en unas buenas vacaciones. Naturaleza, playas, montaña, gastronomía...¿Quién puede pedir más?

Las landas fueron constituidas como departamento ( el 40) después de la revolución francesa. Cathy nació en la capital, Mont-de-marsan. A principios del año 2009 más del 60% de los pinos que cubrían las antiguas zonas pantanosas del territorio cayeron debido a los vientos huracanados que cruzaron esta zona; la ciclogénesis explosiva. Las landas son zonas llanas, piso de arena, que de no ser por estos pinos, plantados en su mayoría en el siglo XVIII, serían prácticamente inhabitables. Sin los pinos las landas estarían expuestas a la bravura del mar y de todo proceso geológico vivo, que se las iría comiendo poco a poco. En las larguísimas playas, hay muros que contienen el golpeo del mar a duras penas; sin la vegetacion estos no serían suficiente. En la segunda guerra mundial los Nazis construyeron bloques de cemento en los acantilados, para defender la costa. Todos éstos están ya mojando su saia al borde del mar. Y es que el mar no descansa, no para de desgastar los pendientes acantilados.

Domingo en Ondres, sur de la landas. Es Abril. Mary, hermana de Cathy acaba de tener su primogénito, es Yoan. Cathy, me ofreció una bicicleta para darnos un paseo por los alrededores. " ¿ Vamos paseando hasta Capbreton?"

De las bicicletas que había, no dudé, me quedé con la más antigua. Era una bicicleta de La poste, la empresa nacional de correos. Era un poco rara porque tenía una cesta metálica enorme, con una maleta negra pegada, en la parte delantera. Cuando intentabas girar perdías la referencia porque no veías la rueda y costaba hacerse con ella. Eso sí, era la más mítica de las que había. Mola darte un paseo gritando... "Bon jour! Le facteur de la poste!!"

Si la bici era guapa, ya no voy a contar el paisaje de Ondres y el camino a Capbretón. Está lleno de los pinos que un día se plantaron para retener ese bravo mar, y, enmedio, uno y mil caminitos por donde pedalear. Casas típicas landesas, cada una con su nombre en la entrada, olor a mar, pinares, gente superdeportista y tiempo para pensar y calma. Lo que más llama la atención, a mi entender, cuando pasas por estos caminos, es como se oyen las olas golpeando contra el borde del mar, los acantilados.Contra los muros de los cuales antes hablába ¿ Por qué? porque no ves nada, solo bosque y sin embargo está ahí tan cerca el mar...podrías estar a miles de kilometros de la costa pero Neptuno nos llama entre la vegetación y no quiere pasar inadvertido, reclama su espacio en esta tierra, a gritos. No quiere que nos olvidemos que un día fué dueño de ese suelo y que tarde o temprano volverá a reinar sobre él.

Un momento, he dicho que había muchos pinares, pero...¡Vaya! ¿Qué es ese gran espacio pelado? Cathy, ¿ Por qué ahí no hay árboles?

El viento había tirado todo aquello que fué plantado hace siglos y renovado poco a poco; cayó lo que caracteriza a esta tierra y lo que la llena de equilibrio. Los pinos estaban en el suelo. La verdad, es que da dolor de corazón ver una imagen así. Era un espectáculo desolador. Es como si derepente, en Holanda, de un día para otro, todos los tulipanes aparecieses pisoteados...sólo que los tulipanes crecen cada año. Los pinos tardan décadas en llegar a ser adultos. Una verdadera lástima

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