sábado, 18 de diciembre de 2010

Cathy(nou)



No sé cómo hacen los ingenieros y arquitectos de las palabras para plasmar en sus escritos todas esas cosas que se te agolpan en el cerebro cuando escarbas en tus sentimientos. Acaban posando negro sobre blanco todo lo que realmente querían decir; y a veces incluso más. Me gustaría ser así, a veces, y poder ahora escribir y dejar para la eternidad dicho todo lo que supone haber conocido a Cathy. Desgraciadamente no tengo esa fortuna, y si lo hiciera, nadie entendería por qué ella es especial.



Supongo, que si te la cruzas por la calle, y añado, probablemente, no te fijes en ella, porque humilde y sencilla va caminando por la vida. Es frágil de voz y de corazón, eso puede que te guíe. Eso sí, ella es enormemente valiente y siempre supera cada reto que se le pone delante; con una sonrisa en la boca. He dicho que no la conocerás, pero si por algún casual lo hicieras, no le hagas sufrir porque aunque no lo sepas, puede que le hagas pasar noches enteras sin dormir. Los sentimientos siempre a flor de piel.

Esto me hace pensar en que...cuanta gente increíble dejamos de conocer por no saber mirar...



Soy enormemente feliz haberla conocido y la echo mucho en falta. La echo de menos, sobre todo, cuando imagino viajes por los más bellos paisajes del mundo ¿ Quién me acompañará ahora a pie, en bicicleta ó en canoa? Es muy difícil imaginar todo eso si Cathy no está cerca.




Ahora, que seguramente yo tampoco la vuelva a ver, me vienen a la cabeza todas esas palabras de las que hablaba y mediante impulsos eléctricos llegan a mis dedos. Todo cuanto acabo escribiendo no hace sino quedar pequeño ante su figura. Me sería más fácil odiarla que quererla, porque es difícil querer a una persona que está y estará siempre lejos, pero no lo consigo. Eso dice mucho de una persona.

Buen camino Cathynou.

...y ahora te veo perderte en el anonimato que da la multitud, entre el gentío de este mundo, y la eternidad.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Control desde el aire

Tener el control de la información es tener el control del arma más poderosa de nuestro tiempo. Solamente así podemos entender fenómenos como el de Wikileaks. Podría ser un montaje, una campaña política a nivel mundial en la sombra...

Los últimos días se ha puesto de moda el caso de los controladores aéreos. En verdad no tengo ni idea de en que consiste su trabajo y las dificultades que entraña. He oído que cobraban más que el presidente del gobierno de España, y a mí también me parece fatal, el presidente de España cobra realmente poco dinero por el trabajo que desempeña; unos 78.000 € al año más o menos.

No sé a quien interesa poner en primer plano a este puñado de afortunados que cobran salarios altos por su trabajo. Desde luego a mí no me interesa ni lo más mínimo. Es más, me parece que la clase mayoritaria como es la de los trabajadores rasos ( yo me incluyo) esta llena de auténticos ciegos que no vemos más allá de lo que les dejan ver. No rebuscamos y nos conformamos.

Los últimos días, he oído una y otra vez a amigos, a personas anónimas por las calles o en los cafés,a los medios de comunicación...acerca de que sus salarios son un escándalo en época de crisis. A mí me da la risa. Me da la risa porque somos incapaces de pararnos a pensar y ver que nos han hecho centrarnos en el mencionado puñado de afortunados y no nos acordamos de que médicos, abogados, administrativos, peones, están cobrando verdaderas miserias por su trabajo y por no hablar de sus condiciones contractuales. Eso sí me importa y eso si que son millones de personas. Además como es época de crisis oirás: "peor están otros" o "es lo que hay".

Por favor, vamos a dejar ese debate miserable sobre el chocolate del loro en la jaula de los controladores aéreos y vamos a centrarnos en lo realmente importante. Esta sociedad cada día es menos la del bienestar en Europa y en el mundo y la dictadura e imposición del capital nos está acorralando. Nosotros no decimos nada, claro, porque no podemos, y seguimos leyendo sus periódicos donde puntualmente nos tendrán informados de lo que ellos quieran desde allá, desde sus alturas.

El control desde el aire.


miércoles, 27 de octubre de 2010

( Las puertas del mar y) LOS DOMADORES DEL VIENTO

En una tierra donde llueve continuamente, donde apenas se ve el sol, donde en invierno puede haber días de más de 15 grados bajo cero, donde el mar choca sin cesar contra los muros que la separan de la tierra, también sopla sin cesar el viento. Un viento que sirvió para dar forma a uno de los paisajes más particulares del mundo.




Los molinos en los Países bajos son un orgullo nacional. Se introdujeron en la edad media y fueron ganado popularidad hasta convertirse en algo indispensable para la economía. Servían para moler y producir, por ejemplo, aceite, pero también sirvieron para un cometido que los haría pasar definitivamente a la historia de este país. Los molinos fueron utilizados para bombear el agua fuera las tierras bajas. El incesante y revelde viento fué amaestrado para conseguir habitar unas tierras que antes cubría el mar. El proceso de ganar ese terreno es relativamente sencillo pero muy muy ingenioso. El agua marina se cerca con diques, en las zonas que se desean desecar, y se crea un lago artificial. Para bombear el agua fuera del lago están los molinos, los cuales aprovechan el viento para realizar su trabajo; bombean el agua encauzada en canales, los cuales también sirven como drenaje de los campos y evitan que éstos se aneguen

De todas formas, todo esto comenzó hace unos 2.000 años con la llegada de los primeros seres humanos que poblaron y colonizaron estas tierras. En aquella época eran zonas pantanosas. Por la razón que fuera estos pueblos se empecinaron en luchar por cada palmo de la que sería su casa y empezaron a librar una batalla contra el mar que aun hoy continúa. Primero, crearon unos muros de tierra ( primitivos diques) para que el mar no pasara y dejaron secar las tieras. Funcionó y obtuvieron nuevas zonas que cultivar. El problema se sobrevino cuando las tierras, poco a poco más asentadas, se fueron hundiendo y anegándose con las lluvias... ésto no se resolvió de manera eficaz hasta llegada la edad media, con la introducción de los mencionados molinos de viento y los canales que desembocaban en ríos y finalmente en el mar. El país siguió hundiéndose hasta estar hoy hasta 6 metros por debajo del Mar del norte. De ahí viene su nombre.

Los molinos poco a poco fueron sustituidos por instrumentos más modernos pero aún hoy es neceario bombear el agua desde las tierras bajas.




Un molino en Holanda es más que un recuerdo. Es un símbolo. Representa la eterna lucha por cada centímetro de tierra ganada. Representa la memoria de quienes perecieron en esta batalla contra el mar; el mismo mar que tanto les ha dado y tanto les ha quitado. Representa la lucha de los Países bajos contra los elementos. Estaban tan introducidos, estos molinos, en la sociedad neerlandesa, que se llegaban a mandar mensajes cuasi secretos únicamente según la posición de sus aspas; y la gente los entendía. El molinero formaba una unidad con su herramienta. Eran uno y otro los domadores del viento y el látigo que arreaba las aguas lejos de sus pólders.




En los Países bajos han de estar alerta si se sigue confirmando que se está produciendo un calentamiento global. Después de 2.000 años guerreando contra el mar puede que estén, ahora, empezando a perder. El cambio climático amenaza con modificar el mundo que conocemos y descongelar los polos. Entre los países más afectados, sin duda, estaría Holanda. La subida del nivel de los océanos, las temperaturas extremas, las tormentas tropicales, las crecidas repentinas de los ríos tras esas tormentas; todo ésto acecha como negros nubarrones sobre el futuro de las tierras bajas. Existe un gran peligro de que desaparezca bajo las aguas del mar del norte o que la arrase una crecida del Rhin...




Los Países bajos están a la vanguardia de la producción y el uso de energías renovables. Entre ellas una de las más vanguardistas es la que trata de capturar la energía del viento,la energía eólica. Es uno de los países que ha instalado parques eólicos mar adentro. Quizás sea porque saben, que ése es el mismo elemento que hace o hacía trabajar a esos sus símbolos del país, los molinos.

Símbolos del pasado y símbolos del futuro. Antes y ahora amaestrando el viento para salvar el país de las feroces pero pacientes aguas; esperan su minuto para dar el golpe de gracia que les haga ganar definitivamente la guerra. Años atrás sirvieron para bombear el agua fuera de las tierras bajas y ahora son el símbolo de las energías limpias. Se trata de crear energía sin condicinar el futuro de nuestro planeta. Sin sobrecalentarlo. En eso los Holandeses, son los principales interesados.

Quizás por eso, los molinos sean, como mínimo, parte de la esperanza de que consigamos paralizar el desastre que parece venírsenos encima.




Veremos lo que depara el futuro para éste pueblo bravo. Veremos hasta cuando podremos disfrutar de éste tesoro enclavado en el norte de Europa. Su lucha es eterna y la seguirán viendo generaciones y generaciones...¡ Que la sigan viendo!




Recomendaré un vídeo que se puede encontrar en Youtube sobre Holanda. Son de gran interés y ayudan a entender su lucha contra el mar. Se trata de de un capítulo d la serie de National Geographic, Construcciones vanguardistas, y su título es " La lucha contra el mar".

http://www.youtube.com/watch?v=SBvS8eGeJ8c




miércoles, 22 de septiembre de 2010

LAS PUERTAS DE MAR ( y los domadores del viento )

Dominar la naturaleza, aplacarla, amaestrar los elementos, volar sin plumas, ponerle puertas al mar... Sueños que llevamos dentro los humanos desde que nos nació la conciencia.



Precisamente allá en donde vive la esencia de la expresión de ponerle puertas al mar está el gran dique de Oosterschelde. Nadie, probablemente, en la historia,imaginó una obra tan grandiosa; y si la imaginó pensaría que se trataba de un reto para locos o para ingenieros y sabios del futuro, cargados de sus técnicas y maquinaria de otros tiempos.



Los diques son sólo una parte del proceso que ha de ponerse en marcha cuando se busca robarle a los mares espacio y desecar alguno de sus dominios. Junto a éstos los canales de drenaje y el bombeo constante del agua de las zonas situadas bajo el nivel oceánico. Holanda son molinos de viento que mueven y bombean ( bombeaban) agua, son canales, son diques... Holanda o mejor expresado, los Países bajos, como su propio nombre indica, son un conjunto de regiones que se encuentran, en parte, bajo el nivel de 0 metros. En esta tierra se han convertido en maestros, desde la edad media, en ponerle puertas al mar.










Un dique no es más que una barrera que se le coloca en los morros al agua marina, para cerrar total o parcialmente su entrada natural en zonas que están por debajo o a su mismo nivel. Suelen situarse, para facilitar todo el proceso, en pasos estrechos, como por ejemplo, desembocaduras de ríos. Estos diques en los Países bajos se muestran imprescindibles. Todo el sistema ha de estar perfectamente coordinado para que las tierras bajas no se inunden y puedan seguir siendo cultivadas y habitadas. De entre los diques que existen en el mundo el más grandioso y el más conocido, tanto por la obra que supuso como por el porqué de su origen, es el de Oosterschelde, ya antes mencionado. Reconocido como una de las maravillas del mundo moderno, formó parte del proyecto denominado " Plan Delta". El plan llevó ese nombre debido a que la obra se llevó a cabo en una zona conocida como el delta, a pesar de geológiocamente no serlo propiamente.




El "Plan Delta" se puso en marcha tras la catástrofe de 1953. Mil ochocientas treinta y cinco personas murieron entre el 31 de Enero y los primeros días de Febrero de ese año. Una nefasta combinación de factores se llevaron por delante esas vidas y desplazaron a cientos de miles lejos de las zonas inundadas, las que hasta ese momento eran su hogar. Ese 31 de Enero de 1953 una borrasca surgida en Islandia golpeó el Oeste de Europa. Vientos de gran fuerza y una terrorífica tormenta azotaban ya las costas neerlandesas durante el día y estó se combinó, por casualidad, con unas mareas extraordinariamente vivas. La consecuencia fué la, primero parcial y después total, rotura de algunos diques esa misma noche. El desastre estaba asegurado. El agua helada del mar el norte fué cubriendo los pólders, las tierras que antes pertenecían al mar, y arrasando con todo lo que encontraba a su paso. Familias enteras perdieron la vida y las que sobrevivieron pudieron contar después el horror vivido; el silencioso y mortífero avance tierra adentro del mar del norte. Las comunicaciones se cayeron debido a las condiciones metereológicas y mientras amplias zonas del país estaban bajo las aguas el resto de neerlandeses dormían tranquilos, sin enterarse de lo que estaba aconteciendo en otras zonas, oyendo golpear la lluvia en sus ventanas. La cosa empeoró al día siguiente con una nueva subida de las aguas. Fueron días tristes. Posteriormente comenzaría primero el salvamento de los supervivintes, subidos en los tejados de las casas o en donde pudieron, y después la recostrucción.




Comenzó así a trazarse del plan que concluiría en 1997 con la construcción del Maeslantkering en Roterdam. Pero la octava maravilla del proyecto era el antes mencionado Oosterscheldekering. Un dique para cuya construcción se emplearon 10 años; su complejidad técnica es asombrosa y ha servido de modelo para posteriores obras en diferentes lugares del mundo:

http://www.tudiscovery.com/extremeengineering/holland_explore/holland_explore.shtml

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Holanda/prepara/cambio/climatico/elpepusoc/20100918elpepusoc_4/Tes


El dique está parcialmente abierto, continuamente. Deja circular el agua entre sus mandíbulas mientras el mar reposa. Eso sí, están preparados para cerrarse en cuanto las condiciones hagan presagiar algún peligro; grandes mareas, tormentas, temporales...probablemente esté preparado para que nunca más vuelva a suceder nada como lo ocurrido en 1953. Sí, probablemente, porque todos conocemos lo contundente y cierta que es sabiduría popular y esta dice que no se le pueden poner puertas al mar...





lunes, 23 de agosto de 2010

MENDIAN GORA. Canal du Midi








En el siglo XVII el transporte de mercancías no era tan sencillo ni estaba tan extendido como hoy. Una vieja idea de los Romanos fué llevada a cabo por el ingeniero Francés Jean-Paul Riquet, con el beneplácito de Luis XIV: construir un paso fluvial entre el Atlántico y el Mediterráneo.

En verdad, Riquet, diseñó y ejecutó la obra desde Toulouse hasta Sete, cerca ya de Marsella. Un total de 240 km de increíble construcción que nunca vió terminada. Durante los años posteriores sus hijos explotarían el canal en monopolio debido al acuerdo que llegaron con el rey sol. La familia Riquet financió y ejecutó la obra y se guardó el derecho único de explotación.

Comenzamos en la Villa Rosa, Toulouse, nuestro recorrido. Por delante más de 100 km de bicicleta ( de montaña) hasta Carcassonne.

El camino está asfaltado, al principio, y pasa a ser de piedras-barro unas decenas de kilómetros después. A cada horilla, miles de árboles fueron alineados con dos propósitos diferentes: dar sombra a los peones de la obra y ejercer como sujección natural de los márgenes del canal. El rato de asfalto se hace muy llevadero, incluso para ir charlando y compartiendo anécdotas. Una vez que nos adentramos en las zonas de barro, cada uno se centrará naturalmente en su trabajo, duro, pero con el premio y la satisfacción finales (el camino recorrido, terminado y vivido) aseguradas. Por naturaleza, te separas del primero y así esquivas las galletas de barro que levantan las ruedas. Kilos de arcilla se van acumulando entre las zapatas del freno y las ruedas. Miras al suelo para no desfallecer en las interminables rectas y para no caer debido a lo rugoso y lo profundo del fango. Levantar la vista merecerá la pena, para de vez en cuando, contemplar los maravillosos templos que los Cátaros nos dejaron por aquí. También para disfrutar del sonido de la pelea entre el viento, los radios de la bicicleta y tu cuerpo. Los Cátaros, defensores de "otra" idea de la religión, que no la católica, se establecieron en estas tierras del Languedoc para ser perseguidos y aniquilados después.

Exceptuando la joven y dinámica Tolosa, esta región no me recuerda a ninguna otra en Francia. Vive como al márgen de las nuevas tendencias y corrientes, como anclada en sus costumbres y entorno. Lejos de la vanguardista Paris, la burguesa Bordeaux, la callejera Marseille y como antes dijimos, la dinámica Toulouse.

A mitad de camino, nos espera Castelnudary, con el Cassoulet caliente y siempre energético. No hay nada como un cocido sureño con habas y pato para empujarnos a la magia de la siesta y llenarnos de fuerzas para seguir.

Una de las cosas más complicadas de conseguir en el proyecto del canal, fué el salvar los diferentes desniveles, los cuales, el agua, de manera natural, no podría superar. Riquet, conocía los secretos de la ingeniería hidraúlica y llevo a cabo un juego de desniveles a base de lo que conocemos como esclusas. Así se llegan a salvar alturas de hasta 190 metros.

A pesar de que, a ratos, el camino es duro, la paz que transmite el canal es total. Apenas se mueve el agua verdosa, salvo por ondas que se alejan poco a poco de los tranquilos barcos que surcan de vez en cuando estas aguas. Estas son tierras calurosas en verano y frías en invierno, de contrastes, pero ahora en primavera nos acompaña la brisa y un ligerísimo xirimiri que ayuda a refrescarnos.

Pasar por los puertos y sentarte al sol a tomarte un jus de pomme natural recién traído de Normandía, no está nada mal. Contemplaremos como se juega, en estos pasos, con los desniveles. Observar el antiquísimo trabajo de los guardianes de las esclusas y ver como miles de veraneantes cruzan el canal, por diversión, es una experiencia relajante. Y hace falta relajarse porque a medida que avanzamos en el canal camino de Carcassonne se hace cada vez más duro; no por lo abrupto sino por lo que se te agarran las ruedas al pegajoso fango.

Llegar a Carcassonne es una experiencia mágica y visitar su cité al atardecer también, pero para eso ya están las guías de viaje...





domingo, 27 de junio de 2010

ENFRENTE EL FUTURO EN MOVIMIENTO; DESPACIO



Los ojos pierden el horizonte por los caminos de oro, de piedras, de polvo...La brisa es de fuego. Seguimos avanzando mirando al suelo. Nos aplasta el calor del más duro verano.

Un paso es una hazaña ¡ y aún nos retan cientos de batallas!

Adelante, los molinos que reman cansinos y no alcanzan al viento. Detrás burros viejos y agotados con la rodilla posada en el suelo.

Quedan restos de sangre aquí y allá; las venas abiertas de los campos.

Nos empachamos con el buen vivir y una borrachera sobre borracheras, sin freno, sin medida; bolsillos como sacos, descosidos. La resaca es terrible, apocalíptica.










Estoy harto, vivimos tan deprisa que no llego a saborear las cosas que me pasan y ya se me han escapado...me pierdo en las veredas del ¿Qué ocurrirá mañana? Me dejo llevar por los adjetivos que superlativizan lo que está por llegar y queman y trituran el ayer; y el ayer empieza hoy, ahora.






La necesidad de llegar más rápido y más lejos. La necesidad de producir más para más gente. La necesidad de crear necesidad de bienes...empujó a la revolución industrial. Lo que por una parte fué una suavización de las labores penosas o , por ejemplo, una manera de estar mejor comunicados, acabó siendo una nueva forma de exclavitud. Esclavos del progreso, condenados a vivir a la carrera.

Me bajo de este tren que nunca se detiene en ninguna parada. Me bajo en marcha y me tumbo un rato aquí. Mejor sigo a pie dentro de un rato y más despacito. Sé que si me bajo no podré volver a mi plaza pero es algo que asumo. Caminaré lejos de las vías quizás exista otro mundo por allá.




Aún nos queda la esperanza. Por muy deshechos, machacados, disecados o despreciados que parezcamos seguimos en pie. Seguimos con nuestra pose, erguidos y de frente al sol y a lo que la vida nos traiga, seguimos siendo lo que somos y lo que nos enseñaron. Ya es tarde para cambiar y además no quiero cambiar.


miércoles, 9 de junio de 2010

Imaginando








Imaginamos un día de lo más caluroso del verano y después un atardecer en el que el sol ya sólo ilumina las copas de las casas. Imaginamos que tomamos una cerveza en un vaso recién sacado de la más helada nevera y que empieza a correr una ligera brisa. Imaginamos que las terrazas se llenan poco a poco de gente y los músicos anónimos pueblan cada esquina tocando para otros anónimos. Imaginamos la rivera de un río con flores a cada lado y en cada puente, pequeños barcos surcando, dulces, sus aguas verdosas y y bicicletas rodando por encima de la calles empedradas. Imaginamos una noche estrellada y un castillo iluminado en lo alto de una colina. Imaginamos un atardecer estival en Ljubljana.


martes, 30 de marzo de 2010

RINCONES DE NIJMEGEN



Días después de hacer una prueba de Inglés en el instituto de idiomas de la universidad de Deusto, saldrían publicados todos los admitidos para pasar un año estudiando en el extranjero. No estaba seguro de haber hecho muy bien el examen y a lo mejor por eso acudí solo al tablón de anuncios. Las notas obtenidas durante la carrera eran importantes para ganarte una plaza, pero superar el nivel mínimo de idioma, era también un requisito indispensable. Recuerdo que estaba nervioso. Además, no sólo me jugaba el ir o no ir, que ya era bastante, también iba a conocer la ciudad en la que pasaría mi próximo curso.

Recuerdo mirar el panel de madera con ansiedad. Detrás de los cristales que encajonaban los papeles donde habían publicado toda la información, apareció finalmente mi nombre y mi destino; ¡¡Había superado las pruebas!! Me había tocado una ciudad de nombre casi impronunciable y que nunca había escuchado antes: Nijmegen.

Poco me importó el asterisco con el que me habían marcado. Salí corriendo como loco de alegría con mi plaza en no sé donde...en Nichguejen o así. El asterisco me obligó a hacer un curso de Inglés en Verano, ya que efectivamente no había hecho tan bien el examen de nivel de idioma. Pero... ¿ Qué más daba? El viaje acababa de empezar. Por cierto, esto estaba en Holanda.

El verano lo pasé entre libros y por fin llegaron los últimos días de Agosto. Mi pánico a los aviones y el amplio espacio de tiempo que disponía me decidieron a comprar un billete de autobús. Había parada, en un autobús transeuropeo, tanto en Bilbao como en Nijmegen; perfecto. Por delante 16 horas de carretera y una compañera, Estitxu en el asiento de al lado. Ella también estudiaba Derecho en Deusto y se animó a venir conmigo.

Una noche entera y un buen rato de día y por fin llegamos. Nos reíamos Esti y yo porque nos creíamos los músicos de Bremen. Ella con su violín y yo con mí guitarra, aparte de todas la maletas con cosas para un año. No parecía tener mucho de nada aquella pequeña ciudad. Un hotel de la cadena mercure, la estación de tren con un parking enooooorme de bicicletas, jardines y casas de ladrillo ocre, típicas de Holanda y de las zonas flamencas. Teníamos un mapa para llegar a casa de Esti y andando cargados llegamos como pudimos. Tenía un techo para esos primeros días.




Recuerdo los primeros paseos por la ciudad, la universidad, los primeros erasmus y recuerdo enseñar a Esti, en una calle cortada por obras, a andar en bici. Bueno, ella ya sabía, pero andaba torpe porque apenas había andado en bici en su vida. Enseguida lo cogió de nuevo. Las dos primeras bicicletas las compramos por 35€ cada una, dos mountain bikes de colores horribles y viejísimas. Las siguientes, las conseguimos prestadas. O tienes bici o no eres nadie en Holanda, y más aún siendo erasmus, y ya teníamos bici. El ciclo me aguantó como 3 meses hasta que una mañana que regresaba del mercado de la plaza Grote markt, en autobús, ví como unos niños la estaban robando. La había dejado hacía dos noches atada a la puerta de un instituto porque se me había pinchado una rueda. Estaba pendiente de volver a recogerla pero nunca más la volví a ver.



Pasé varios días en casa de Esti. Era una de las mejores habitaciones que tuvimos nunca los estudiantes allá. En el centro, amplia, vivía sin apenas vecinos, zona residencial...estaba cómodo allí pero empezaba a sentir poco a poco que debía de buscarme la vida. Una mañana me decidí a buscar mi casa con ayuda de un chico que había subido el coche desde Barcelona; Pep. Me habían avisado desde la universidad que me había correspondido una habitación en el colegio mayor de Vossenveld; había que buscarla y parecía estar lejos. Para entonces ya conocíamos a bastante gente y preguntando llegué. Menudo colegio mayor...iba a ser duro vivir tan lejos. Y eso que aún no había comprobado las maravillosas vistas a un muro, desde mi habitación, y el montón de cacharros sin fregar que dormían desde tiempos inmemoriales en la cocina...Bueno, pero ya tenía casa: Vossendijk 101-1, Vosselveld.

El año pasó, y pasó tan rápido...y dejó en mi cabeza miles de recuerdos. Recuerdos que poco a poco voy a ir recogiendo aquí. Los voy a contar tal y como se me han quedado grabados. Igual no ocurrió todo exactamente como lo voy a contar pero desde luego es como se me quedó a mí. Amigos, lugares, momentos, fiestas, viajes... un homenaje a aquella vida que murió allí pero que sobrevivirá siempre en mi memoria.


" Dejo una foto a los pies del famoso puente de Nijmegen 8 años después de haber llegado por primera vez"




lunes, 22 de marzo de 2010

MENDIAN GORA. Aquitaine - 40 - BI





No sé los años que tarda en crecer un pino, ni los años que tarda en crecer ningún otro árbol. Y en una noche se cayeron. No sé cuanto tardaron en formarse los acantilados de las playas landesas ni cómo se crearon. Y el mar poco a poco se los está comiendo. Por eso, quizás, debamos disfrutar de cada día y de cada joya que la naturaleza nos da. y de una joya como este rincón de Francia.Abrir bien los ojos para contar a los que vengan después, cómo era el mundo que nosotros conocimos, porque ya nunca volverá a ser igual que ayer, o que hoy.

El mar se nos viene encima cuando ponemos un pie cerca de él.

Capbretón es un verdadero sitio de vacaciones, VACACIONES en mayúsculas. El paseo al borde del mar, los restaurantes a pie de puerto y sus barcos de recreo, el mercado con el pescado que entra del cantábrico, las villas, las playas...vacaciones en la tranquila Aquitania con aire puro y tanta gente deportista como te quieras encontrar. Todos con su uniforme, marca Decathlon. ¿Acaso hubo pillaje después de la tormenta perfecta y desvalijaron uno de sus centros? ¿O será que esa cadena vende una barbaridad en este país? habrá poca gente tan deportista como la landesa. te puedes pasar la vida diciendo Bon Jour a cada ciclista, atleta ó caminante que encuentres a tu paso.

Cuando me asomé desde el paseo marítimo de Capbretón a los lejos vi Euskadi, mi bella Euskadi, y entonces me acordé de algo. Los vascos a los Landeses les llaman orejones. Dicen que es porque de pequeños les levantan, cogiéndoles de las orejas, por encima del maíz, para que puedan ver lo bello que es Eskual Herria. No sería digno de mí no acordarme de como contestan a esto los landeses:
" - Doctor, doctor que es lo que tengo?
- Pues mire, lo siento, sólo le quedan unos días de vida...pero dígame, ¿Qué va a hacer con ellos buen hombre?
- Pues marcharme al País Vasco
- Ah! ¿Y eso, por qué?
- Pues porque allí van con 20 años de retraso. "

Pero vamos, que desde el paseo marítimo de Capbretón se ve Euskadi.

Ese maíz que caracteriza a Las Landas, y por encima del cual elevan a los niños cuando son pequeños para que puedan ver la tierra vasca, agarrados de las orejas, es el que servirá, en gran parte, para alimentar a los patos de la región. Y es que no hay mayor manjar que el pato, en todas sus variantes. Y aquí, eso sí, son auténticos artistas en la elaboración de estos productos. El magret, el confit, el foie...sólo de pensarlo se me viene a la cabeza ( al estómago) que aún no he cenado.

La bicicleta y nuestro alegre pedalear nos devolvió a casa por los caminos llanos y estrechos de los bosques landeses. Las rías están presentes siempre en el paiaje del departamento; rías con agua de color marrón, siempre muy turbia debido a las abundantes lluvias y a las características del terreno. A mí, cuando las veo, me recuerdan a los ríos a los que mi padre me llevaba para pescar anguilas; me imagino que habrá anguilas aquí también ...eso no lo puedo asegurar. Lo que si puedo asegurar es que hay unas ratas de campo enoooormes, pero no me acuerdo de su nombre.

Un paseo por Ondres-Capbretón siempre es relajante y cautivador. Más aún bien acompañado, con buena guía y con una buena cena al final. A base de pato autóctono, por supuesto. Gracias Cathy.