lunes, 22 de marzo de 2010

MENDIAN GORA. Aquitaine - 40 - BI





No sé los años que tarda en crecer un pino, ni los años que tarda en crecer ningún otro árbol. Y en una noche se cayeron. No sé cuanto tardaron en formarse los acantilados de las playas landesas ni cómo se crearon. Y el mar poco a poco se los está comiendo. Por eso, quizás, debamos disfrutar de cada día y de cada joya que la naturaleza nos da. y de una joya como este rincón de Francia.Abrir bien los ojos para contar a los que vengan después, cómo era el mundo que nosotros conocimos, porque ya nunca volverá a ser igual que ayer, o que hoy.

El mar se nos viene encima cuando ponemos un pie cerca de él.

Capbretón es un verdadero sitio de vacaciones, VACACIONES en mayúsculas. El paseo al borde del mar, los restaurantes a pie de puerto y sus barcos de recreo, el mercado con el pescado que entra del cantábrico, las villas, las playas...vacaciones en la tranquila Aquitania con aire puro y tanta gente deportista como te quieras encontrar. Todos con su uniforme, marca Decathlon. ¿Acaso hubo pillaje después de la tormenta perfecta y desvalijaron uno de sus centros? ¿O será que esa cadena vende una barbaridad en este país? habrá poca gente tan deportista como la landesa. te puedes pasar la vida diciendo Bon Jour a cada ciclista, atleta ó caminante que encuentres a tu paso.

Cuando me asomé desde el paseo marítimo de Capbretón a los lejos vi Euskadi, mi bella Euskadi, y entonces me acordé de algo. Los vascos a los Landeses les llaman orejones. Dicen que es porque de pequeños les levantan, cogiéndoles de las orejas, por encima del maíz, para que puedan ver lo bello que es Eskual Herria. No sería digno de mí no acordarme de como contestan a esto los landeses:
" - Doctor, doctor que es lo que tengo?
- Pues mire, lo siento, sólo le quedan unos días de vida...pero dígame, ¿Qué va a hacer con ellos buen hombre?
- Pues marcharme al País Vasco
- Ah! ¿Y eso, por qué?
- Pues porque allí van con 20 años de retraso. "

Pero vamos, que desde el paseo marítimo de Capbretón se ve Euskadi.

Ese maíz que caracteriza a Las Landas, y por encima del cual elevan a los niños cuando son pequeños para que puedan ver la tierra vasca, agarrados de las orejas, es el que servirá, en gran parte, para alimentar a los patos de la región. Y es que no hay mayor manjar que el pato, en todas sus variantes. Y aquí, eso sí, son auténticos artistas en la elaboración de estos productos. El magret, el confit, el foie...sólo de pensarlo se me viene a la cabeza ( al estómago) que aún no he cenado.

La bicicleta y nuestro alegre pedalear nos devolvió a casa por los caminos llanos y estrechos de los bosques landeses. Las rías están presentes siempre en el paiaje del departamento; rías con agua de color marrón, siempre muy turbia debido a las abundantes lluvias y a las características del terreno. A mí, cuando las veo, me recuerdan a los ríos a los que mi padre me llevaba para pescar anguilas; me imagino que habrá anguilas aquí también ...eso no lo puedo asegurar. Lo que si puedo asegurar es que hay unas ratas de campo enoooormes, pero no me acuerdo de su nombre.

Un paseo por Ondres-Capbretón siempre es relajante y cautivador. Más aún bien acompañado, con buena guía y con una buena cena al final. A base de pato autóctono, por supuesto. Gracias Cathy.





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